El buceo en Lanzarote nos ofrece la oportunidad de descubrir las grandes maravillas y misterios del fondo marino.
No obstante, para disfrutar de esta práctica al máximo es necesario fijarnos en un factor tan importante como lo es la descompresión en el buceo.
Seguir las reglas de los instructores en torno a este tema nos garantizará inmersiones tan seguras como llenas de diversión.
Sin embargo, son muchas las dudas que pueden surgir, así que si te haces preguntas como ¿Qué es la descompresión en el buceo?
¿Por qué es tan importante? O ¿Qué es el síndrome de descompresión? ¡Respondemos a todas tus dudas ahora!
¿Por qué es importante la descompresión en el buceo? Antes de profundizar en su importancia, es necesario conocer qué es exactamente la descompresión en el buceo.
Ésta consiste en paradas que deberán realizarse bajo el agua, específicamente al momento del ascenso. Es necesaria para cualquier inmersión, pues en este tipo de prácticas hemos respirado aire a presión.
Finalizando la actividad, el gas inerte sobrante deberá ser expulsado de nuestro organismo para que éste se recupere y adapte nuevamente al ambiente de la superficie.
Si esto no se toma en cuenta, ocurre algo llamado accidente de descompresión, lo que produce burbujas de nitrógeno en nuestro torrente sanguíneo debido a la alta presión.
Éstas pueden ser lo suficientemente grandes como para bloquear nuestras venas.
Son recomendados para todos aquellos buceadores que deban superar los límites sin descompresión.
La duración de estas paradas se determinará a partir de la profundidad y tiempo que tome la actividad. De esta manera, se podrá prevenir la enfermedad de descompresión.
Hay dos opciones para determinar las paradas de descompresión necesarias.
La primera son las tablas de descompresión de federaciones reconocidas como La Federación Francesa de Estudios y Deportes Subacuáticos (FFESSM) e incluso las que suelen usarse en la Asociación Profesional de Instructores de Buceo (PADI).
En este caso, durante tu formación de buceo deberás aprender a leerlas y utilizarlas de la forma correcta.
La segunda alternativa son los ordenadores de buceo, cuyo algoritmo se encarga de calcular en tiempo real nuestro límite sin descompresión.
Esto incluye el tiempo de la inmersión segura, la profundidad y las paradas requeridas. Dichos datos son determinados a partir de nuestro perfil de buceo.
En nuestras centro de buceo en Lanzarote te ayudamos a comprender todos estos requerimientos y siempre podrás contar con nuestro acompañamiento durante la actividad.
Como mencionamos anteriormente, la alta presión que generan las inmersiones da lugar a la formación de burbujas de nitrógeno en nuestro cuerpo.
Esto no sucede en la superficie debido a que nuestro organismo expulsa el nitrógeno. En el agua, por el contrario, lo asimilamos y se pasa al torrente sanguíneo por efecto de la presión. Por lo tanto, antes de llegar a tierra deberá ser expulsado.
En el momento del ascenso atravesamos la fase desaturación que hace descender la presión, al mismo tiempo que los gases se liberan de los tejidos y se dirigen tanto a la sangre como a los pulmones.
No obstante, este proceso no debe ocurrir de forma instantánea. Todo el exceso de gas deberá expulsarse lentamente, de ahí la importancia de respetar los tiempos de acuerdo a la duración de la inmersión y la profundidad.
Esto permitirá a nuestro cuerpo liberarse del gas sobrante a través de la respiración a un ritmo asimilable.
¿Y qué sucede si no se hace de esta forma? Pues se genera precisamente el síndrome de descompresión como consecuencia de una sobresaturación crítica y la posible obstrucción de los vasos sanguíneos.
Ante el bloqueo de la circulación en zonas concretas del cuerpo, podrían desarrollarse problemas respiratorios, cerebrales y cardíacos.
Este síndrome podría manifestarse con sensaciones de hormigueo, dolor en brazos y piernas; vértigos, parálisis, dolor de cabeza, agotamiento o dificultad para respirar.
Habitualmente, se presentan un par de horas después de la inmersión. No obstante, en casos graves, pueden experimentarse en las últimas etapas del ascenso.
Ante los síntomas indicados es estrictamente necesario comunicarlo a nuestro instructor y buscar ayuda médica.
Esto será posible gracias a las indicaciones de nuestro instructor y mediante un ordenador de buceo o tabla de descompresión. Sin embargo, otras medidas de seguridad que debemos considerar son:
La cámara hiperbárica o de alta presión es el tratamiento principal para combatir el síndrome por descompresión y debe hacerse lo más pronto posible. Surtirá su efecto sometiendo al buzo a la misma presión que experimentó durante la inmersión.
Luego, la disminuirá de forma progresiva para imitar el ascenso del paciente a la superficie. De esta manera, permitirá que las burbujas de nitrógeno en la sangre se disuelvan paulatinamente.
Tras este tratamiento es necesario tomar un descanso de 48 horas y, en este período de tiempo, no debe exponerse a nuevas variaciones de presión.
Un ejemplo de ello puede ser volar en avión o escalar una montaña, así evitamos desencadenar otro episodio.
No cabe duda de que el buceo es una de las actividades más fascinantes para descubrir la flora y fauna marina. Por lo tanto, tomar las medidas de seguridad necesarias hará que nuestra experiencia sea perfecta.
Ahora que ya conoces cómo funciona la descompresión y su importancia a la hora de bucear ¿Te asalta alguna duda? ¿Deseas compartirnos tu experiencia? ¡Te leemos en los comentarios! Estamos disponibles para atenderte.
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