¿No Puedes Compensar los Oídos en Buceo? Prueba Esto Primero
¿Acabas de salir del agua y tu oído sigue bloqueado? Lo primero es saber que no estás solo/a. Es una de las molestias más comunes después de una inmersión. En este punto, si buscas cómo compensar los oídos en buceo, aquí vas a encontrar varias soluciones rápidas.
Sabrás qué maniobras funcionan, qué evitar para no empeorarlo y por qué a veces el oído tarda en abrirse…
¿Qué Hacer Si Tienes el Oído Taponado Después de Bucear?
- Empieza con movimientos sencillos
Prueba esto (sin aplicar fuerza):
- Tragar saliva varias veces seguidas.
- Bostezar o imitar el movimiento del bostezo.
- Mover la mandíbula hacia adelante y a los lados, muy despacio.
- Mantenerte de pie o sentado con la cabeza erguida.
Estas pequeñas acciones ayudan a que las trompas de Eustaquio (que son las que se taponan en estos casos) se abran sin presión extra.
- Maniobras suaves que puedes intentar
Si el tapón sigue ahí, prueba una de estas opciones, pero siempre con delicadeza:
• Toynbee (muy suave):
- Pinza la nariz, ciérrala, y traga.
⚠ (No debe doler en ningún momento).
• Respiración lenta y profunda: A veces el oído necesita unos segundos de calma para equilibrarse solo.
🚫 IMPORTANTE: Lo que NO debes hacer
Evita por completo acciones que puedan empeorar la sensación:
- No hagas una Valsalva fuerte (la típica maniobra de soplar con fuerza).
- No sacudas la cabeza intentando destapar el oído.
- No presiones demasiado tu nariz al intentar compensar.
- No fuerces ninguna maniobra si aparece dolor.
Si duele, te detienes. Siempre.
Señales para hacer una pausa
Si notas alguna de estas sensaciones, es mejor parar y dejar que el cuerpo haga su trabajo por sí solo:
- Dolor punzante.
- Mareo o ligera inestabilidad.
- Sensación de presión que aumenta en lugar de disminuir.
Otras Maniobras Que Puedes Probar si el Oído Sigue Taponado…
Si el oído sigue igual, puedes intentar algunas maniobras un poco más específicas:
Maniobra de Lowry
- Pinza la nariz.
- Cierra la boca.
- Haz un soplido muy leve mientras tragas al mismo tiempo.
Funciona porque combina dos movimientos que ayudan a abrir las trompas de Eustaquio al mismo tiempo.
Maniobra de Edmonds
- Empuja la mandíbula hacia adelante (como cuando bostezas).
- Mientras mantienes esa posición, intenta una ligera exhalación con la nariz pinzada.
Incrementar el flujo de aire sin presión
A veces no hace falta una maniobra con nombre técnico. Algo tan simple como:
- inhalar profundamente,
- exhalar por la nariz muy despacio,
- mantener la cabeza recta…
…tan solo esto puede ayudar a que el oído vuelva a la normalidad.
Aplicar calor externo leve
No es una maniobra, pero sí un apoyo útil.
Una toalla tibia sobre el oído puede ayudar a relajar los tejidos y facilitar que el conducto se abra.
(Nunca calor excesivo, nunca presión).
Recuerda esto mientras lo intentas…
- Si alguna maniobra duele, paras.
- Si sientes mareo, no insistas.
- A veces el oído se abre después de unos minutos de simple reposo.
Esto es algo que incluso los buceadores experimentados practican, y suele mejorar con entrenamiento.
Si después de probar estas maniobras el oído sigue igual, puede ayudarte entender qué está provocando ese bloqueo y por qué ocurre justo después de bucear…
¿Por Qué Se Queda el Oído Bloqueado Después de una Inmersión?
En este punto es normal que quieras entender por qué el oído sigue así.
No siempre se trata de algo grave; de hecho, suele haber motivos bastante comunes que explican esa sensación:
Cambios de presión en los primeros metros
La mayor parte del trabajo de compensación ocurre muy arriba, casi al inicio del descenso.
Si algo te pilló desprevenido —un movimiento, un despiste, una bajada más rápida de lo habitual— el oído puede quedarse “atrasado” y tardar un poco más en igualar la presión al finalizar la inmersión.
Un poco de congestión que no notaste antes de bucear
Puede ser alergia, mucosidad ligera o incluso el contraste de temperatura.
Ese pequeño detalle basta para que el oído no abra a la primera después de salir del agua.
Descensos rápidos o compensar “tarde”
No hace falta que haya dolor para que el oído se resienta un poco.
Si la compensación se hizo más tarde de lo ideal, es habitual que después notes presión o taponamiento residual.
¿Cómo Evitar Que Vuelva a Pasarte?
Ahora que ya sabes por qué puede quedarse bloqueado el oído al hacer buceo en Lanzarote, es útil tener una pequeña rutina para reducir al mínimo que vuelva a ocurrir.
No se trata de hacer nada complicado, sino de incorporar hábitos sencillos antes y durante la inmersión.
Hidrátate bien antes de bucear
Puede parecer un detalle menor, pero la hidratación influye en la elasticidad de los tejidos y en cómo se comportan las trompas de Eustaquio.
Un cuerpo bien hidratado suele compensar con más facilidad.
Mantén las vías respiratorias lo más despejadas posible
- Evita bucear con un resfriado reciente.
- Ten cuidado con alergias o cambios bruscos de temperatura.
- Si notas moco o pesadez nasal, recuerda que eso también afecta a la compensación.
Compensa antes de notar la presión
El momento crítico está en los primeros metros.
Compensar de forma proactiva, incluso cuando todavía no hay sensación de presión, puede evitar por completo el taponamiento posterior.
Hazlo cada pocos segundos durante el descenso, sin prisa y sin fuerza.
Desciende a un ritmo realista para tu cuerpo
Prueba a bajar un poco más lento al inicio, dale tiempo al cuerpo para adaptarse y no ignores pequeñas señales de incomodidad.
Escuchar a tu cuerpo es una de las mejores formas de prevenir problemas.
¿Cuándo Deberías Ver a un Especialista?
La mayoría de los bloqueos desaparecen solos, pero hay situaciones en las que es mejor buscar una opinión médica para evitar complicaciones.
Consulta a un profesional si notas:
- Dolor intenso o que aumenta con el tiempo
- Sensación de presión que no mejora después de unas horas
- Pérdida de audición o sonido amortiguado persistente
- Mareos, vértigo o falta de equilibrio
- Secreción, inflamación o cualquier signo de infección
- O si después de varios días el oído sigue completamente taponado
Son señales que indican que el oído necesita una evaluación para descartar problemas adicionales.
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Quedarse con el oído taponado después de bucear es más común de lo que parece, y en la mayoría de los casos se resuelve con tiempo, calma y las maniobras adecuadas. Lo importante es no forzar, escuchar las señales de tu cuerpo y aplicar los hábitos que hacen la compensación más sencilla en cada inmersión.
Con práctica y buenas rutinas, compensar se vuelve algo natural. Y cuando entiendes cómo reacciona tu oído, cada descenso se siente más cómodo, más seguro y mucho más disfrutable.
